Muerte a un confidente
La noche del 16 de septiembre de 1944 el grupo de los hermanos Quero mató Luis Rodríguez, un miembro de la saga de los Guinea, los mayores confidentes de la policía, vecinos de la barriada del Sacromonte, que durante años les habían estado acosando. Tanto él, como su padre y su hermano habían colaborado permanentemente con la policía y la Guardia Civil, causando la muerte de varios miembros del grupo y enlaces de la guerrilla. De forma habitual acosaban a los padres de los hermanos Quero y al resto de sus hermanos. Durante aquellos años los hermanos Quero terminaron matando a los dos hermanos y aunque padre sobrevivió, no lo hizo por mucho tiempo. Tras la muerte del último Quero salió a celebrarlo en la calle y la noticia pronto se propagó por toda la barriada. Unos días después unos guerrilleros compañeros de los Quero, miembros del grupo de El Yatero, decidieron vengarse y matarle.
La muerte del hijo pequeño, Luis, ocurrió años antes, al final del verano de 1944. Unos miembros del grupo le habían engañado para que acudiera a la placeta de San Miguel Alto, en pleno centro del Albaycín. A aquella hora, con la placeta llena de gente, Antonio y Paco Quero, Baldomero de la Torre, Antonio Velázquez Murillo y Joaquín Peregrina descargaron sus pistolas contra el confidente, que falleció de inmediato. No sólo querían acabar con el chivato, dar un escarmiento a su familia de confidentes, sino que querían lanzar un mensaje claro: el enemigo número uno de la guerrilla eran los confidentes. No podía haber tregua en la lucha contra los chivatos. En este sentido, la guerrilla antifranquista adoptó los mismos procedimientos que las resistencias antifascistas en Europa.
Fuentes y bibliografía
Consejo de Guerra 406/1401 (Archivo del Tribunal Togado Militar de Almería)
Jorge MARCO: Hijos de una guerra. Los hermanos Quero y la resistencia antifranquista, Granada, Comares, 2010.