Antiguo Despacho de los abogados laboralistas Miguel Medina Fernández-Aceytuno y Fernando Sena
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El primer despacho laboralista de Granada se constituyó en 1972. Las CCOO de esta provincia se sentían incapaces de defender a los militantes de las CCOO Juveniles que habían sido detenidos en la Semana Santa de 1970 y después de las movilizaciones contra el Proceso de Burgos en ese mismo año. También influyó en esta decisiva decisión la nueva "caída" de la dirección de las CCOO en diciembre de 1970 y enero de 1971, después de la cual se acordó crear este despacho para garantizar la defensa de los trabajadores en el terreno laboral y penal.
Al frente de este primer despacho estuvieron Miguel Medina Fernández-Aceytuno y Fernando Sena. El primero había trabajado en el despacho de CCOO en el Ferrol y posteriormente en Madrid en 1971. A finales de ese año, el PCE, a través de Pepe Cid de la Rosa, Pepe Martín y de José López Ávila, "el abuelito", le sugirieron la idea de establecerse en Granada para trabajar para el movimiento obrero. Inicialmente se montará en un pequeño piso alquilado en la calle Moral de la Magdalena. Posteriormente se establecerán en la Calle Escuelas de la ciudad granadina.
Un elemento importante para la creación de los primeros bufetes laboralistas será la Ley de Procedimiento Laboral de 1958, por la que se posibilitaba a los trabajadores la elección de sus propios abogados ante la Magistratura del Trabajo, ya que hasta esa fecha la defensa jurídica corría obligatoriamente a cargo de los letrados de los sindicatos verticales. Así, los primeros abogados laboralistas acometieron una doble labor: de una parte, asesoraban legalmente a los trabajadores sobre la normativa laboral. De otra, comenzaron a sentar precedentes en múltiples casos que favorecían los intereses de sus defendidos, ensanchando de este modo los estrechos límites la legalidad franquista.
No podemos pasar por alto el hecho de que los trabajadores podían ir al Sindicato Vertical para buscar asesoramiento, pero las posibilidades de que el patrón fuese informado y tomara represalias eran muy altas. Por eso, el mero acto de elegir un despacho al margen del sindicato vertical ya era una manera de significarse políticamente. En el proceso de conducir a los trabajadores a las oficinas de Aceytuno y Sena, los dirigentes de CCOO tuvieron una actuación decisiva. Acudían a los pasillos del sindicato oficial y en la sala de espera los convencían para que visitaran el despacho laboralista. Ellos confiaban en su criterio porque se habían ganado el respeto suficiente en los años de lucha contra las imposiciones de la patronal.
Fuentes y bibliografía
Alfonso MARTÍNEZ FORONDA: De la clandestinidad a la legalidad. Breve historia de las CCOO de Granada, Granada, Fundación de Estudios Sindicales, Archivo Histórico de CCOO-A, 2007.
Alfonso MARTÍNEZ FORONDA: La lucha del movimiento obrero en Granada. Por las libertades y la Democracia. Pepe Cid y Paco Portillo: dos líderes, dos puentes, Granada, Fundación de Estudios Sindicales, Archivo Histórico de CCOO-A, 2012.