Tontódromo

El Tontódromo de Granada atendió a la evolución en las relaciones sexuales a partir del segundo franquismo, a caballo entre la tradición y las nuevas tendencias

Los cambios en las relaciones sexuales y el auge del feminismo en la sociedad de masas trajo consigo la liberación de las mujeres. En el primer tercio del siglo XX el ocio se convirtió en un espacio central para la expresión de la feminidad y la masculinidad. Aparecieron nuevos lugares para ligar y buscar pareja como los cafés, los cines o los salones de baile. Las “mujeres modernas” empezaron a tener una vida sentimental muy distinta a las de sus madres. Derechos como el divorcio permitió que para muchas españolas se pudiera acabar con cualquier matrimonio que las sometiera y maltratara. Pero con la imposición de la dictadura se limitó radicalmente esa libertad femenina conquistada. Conceptos atávicos como el de honra recobraron su vigencia. Y la entrada de muchos de estos espacios quedó restringida para las españolas, si no eran sus condiciones económicas las que se lo impedían.

El control moral durante el franquismo fue fundamental para condicionar la libertad de las granadinas. Además de la Iglesia católica, las autoridades del orden y los miembros del partido único, la gente común desempeñó un papel central en la vigilancia y sanción popular, muy similar a la de tiempos pretéritos. En ámbitos como el de las clases altas o el mundo rural, los rumores y los cotilleos podían determinar el futuro de las españolas y sus familias a la hora de encontrar pareja, casarse o ya en el matrimonio. Los chismes sobre los orígenes familiares, la personalidad, el historial amoroso o la virginidad eran algunas de las cuestiones que debían preocuparse de salvaguardar las propias mujeres y junto con ellas el resto de la población. Esto condicionó las posibilidades de socialización de las españolas, quedando muchos espacios reservados solo a los hombres o a aquellas cuya condición social les permitía eludirlas. También redujo su intimidad, que quedó condicionada a la atenta mirada de la “carabina” que las acompañaba por las calles o los celosos familiares que las custodiaban dentro de sus hogares. En un país donde la esfera pública había sido reducida, tampoco quedaba muchos espacios para compartir la intimidad.

El tontódromo es el nombre con el que se conocía el lugar donde la mayoría de los jóvenes salían a pasear durante el franquismo con el propósito de buscar pareja. Todas las ciudades y pueblos del país contaban con un espacio similar que acostumbraba a ser la calle mayor o la carretera que atravesaba el pueblo. En el caso de Granada, este iba desde el paseo del Salón hasta el edificio de Correos, cruzando entre medias la Fuente de las Batallas, la acera del Casino, Puerta Real y la Calle Reyes Católicos. El día de mayor afluencia era el de descanso dominical. Por lo general, se paseaba en pareja o en grupo. Se visualizaba la persona que podía atraer y, tras varias miradas, sonrisas y encontronazos, se intentaba entablar conversación. Esas palabras iniciales, alargadas en sucesivos encuentros, permitían empezar a conocer a la otra persona antes de tomar la difícil decisión de pedir salir, que siempre quedaba supeditada a que la solicitud fuese aceptada por los padres de la novia.

Estos espacios que hoy recorremos y en los que se entrecruzan miradas también eran parte de ese control moral que sancionaba las conductas sexuales alejadas de la doctrina católica. Con el paso del tiempo, la importancia de estos lugares de flirteo y emparejamiento fomentó que surgieran establecimientos de consumo y ocio dirigido a los jóvenes como bares, cafés y pastelerías que desde los últimos compases del franquismo hasta nuestros días sobreviven, además de tiendas con escaparates para captar la atención y el bolsillo de los paseantes muchas veces aburridos de no divisar una posible pareja.

 

Fuentes y bibliografía:

 

José Luis ENTRALA: De la Granada sitiada a la Granada del hambre. Figuras y estampas de un tiempo difícil, Granda, Comares, 2019, pp. 169-170.

Gloria ROMÁN RUIZ: La vida cotidiana en el mundo rural de Andalucía oriental. Resistencias cotidianas, políticas del ‘consenso’, control socio-moral y aprendizaje democrático (1939-1979), Tesis doctoral, Universidad de Granada, 2018, Parte III.

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